PABLO PICO RADA / 23 de diciembre de 2012
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El sistema de franquicias en España cuenta con 1.078
marcas, 348.000 trabajadores y 63.944 establecimientos y presenta una
facturación de 18.807 millones de euros en el primer semestre del año,
según datos del Barómetro de la Franquicia, de la consultora Tormo & Asociados. A pesar de que se
ha producido un ligero descenso en este tipo de negocio respecto a 2011, la crisis
económica ha incrementado la externalización, la oferta y las
distintas opciones de inversión en estas empresas. Por eso, dado que abrir una
franquicia supone contraer un compromiso con una compañía matriz, bajo unas
condiciones concretas, habrá que llevar a cabo un exhaustivo análisis
de la operación. En el presente artículo se ofrecen las principales claves para
abrir una franquicia, paso a paso.
1. Informarse: qué es una franquicia
En primer lugar, conviene informarse de todas las peculiaridades, funcionamientos, compromisos,
riesgos, oportunidades y elementos esenciales que se incluyen en
una franquicia. Es recomendable contar, desde el principio y durante el
proceso, con un asesor especializado que disponga de conocimientos específicos
del sector.
Una franquicia es un tipo de contrato mercantil entre dos empresarios
independientes: un franquiciador y un franquiciado. Con su asociación,
el primero persigue expandir su marca y reducir estructuras y costes. Mientras,
el franquiciado, a cambio de su inversión y un porcentaje de los beneficios,
iniciará un negocio con
la marca, la imagen, el soporte, la cartera de productos o servicios, una
infraestructura de negocio que aporta una experiencia previa y los
conocimientos que le ofrece el franquiciador.
2. Estudio minucioso de la inversión: plan de
negocio
Una vez que se dispone de la información necesaria
en torno a esta modalidad, conviene llevar a cabo un plan de negocio, con una
evaluación de los costes-beneficios. El estudio y la planificación serán claves desde el primer momento.
Consiste en llevar a cabo un amplio análisis, tanto
de dónde se invertirá, como de las capacidades propias para que la empresa
funcione. Será imprescindible contar con información minuciosa, contactar con la
empresa central o visitar otros locales de la misma red.
Además, habrá que realizar, lo antes posible, los
siguientes cometidos:
- Definición
de los objetivos.
- Elección
del sector en el que se tenga intención de iniciar la
actividad.
- Puesta
en marcha de un estudio de mercado, económico y financiero,
para estimar la viabilidad del negocio.
- Análisis
de los recursos disponibles: humanos, técnicos y económicos.
- Conocer
el plan de marketing del franquiciador y estimar su
impacto por publicidad e inversiones sobre el negocio.
- Rellenar
el cuestionario de candidatura.
3. Elección del negocio
Ya con toda la información, es momento de elegir el
negocio que se desea iniciar y responder a qué tipo de empresa podría funcionar
y cuál se adapta mejor al perfil particular. Hay que valorar tanto las
habilidades y preferencias personales, como la capacidad y oportunidades de
negocio estudiadas con anterioridad.
Y habrá que recordar que abrir una franquicia
conlleva unas peculiaridades importantes. El franquiciado tendrá que seguir unos métodos de trabajo predeterminados
o aceptar que un porcentaje de sus beneficios irán al franquiciador. Se
cede capacidad creativa a cambio de reducir los riesgos.
4. Asesoramiento legal
El asesoramiento legal resulta imprescindible para
hacer frente al proyecto. El Comité de abogados expertos en la franquicia
destaca los diferentes consejos legales que se deben seguir al abrir este tipo
de negocio:
- La
red debe estar dada de alta en el Registro de Industria.
- Comprobar
si la marca está registrada en la Oficina Española de Patentes y Marcas.
- Verificar
que cuenta con controles de calidad y si está adherida a
sistemas de arbitraje o a algún código deontológico.
- Exigir
al franquiciador el dossier de información precontractual que
incluye sus datos de identificación e inscripción, la licencia, la
descripción del sector de actividad, la experiencia, las características
de explotación, la estructura y extensión de la red en España y los
elementos esenciales del acuerdo de franquicia.
- Contrastar
la información facilitada por el
franquiciador con otros franquiciados de la cadena.
- Acudir
a abogados especialistas en franquicia antes de tomar
cualquier decisión.
5. Cerrar la financiación necesaria
Abrir una franquicia implica un importante
desembolso. El plan de negocio previo indicará la necesidad de financiación. Habrá que fijar esas necesidades y las vías
para obtener el capital económico necesario para sufragarlas. La fluidez
del crédito por
parte de las entidades financieras continúa cerrada y resulta muy difícil
obtener financiación. Si bien, al amparo de una franquicia consolidada, resulta
más plausible. Hay que hacer frente a la inversión inicial y a las obligaciones
financieras adquiridas.
Al ingresar en un negocio bajo la modalidad de
franquicias, hay que acometer el pago de dos conceptos: el canon de
entrada (más el de publicidad) y el royalty.
- El
primero es un pago inicial a fondo perdido, que suele constituir, junto
con los royalties, la retribución al franquiciador por la cesión de la
marca y del modelo de negocio. Su importe depende de varios factores y varía entre los 6.000 y los
25.000 euros.
- El
royalty equivale a un pago fijo o variable y, en general, mensual que se
abona en concepto de los servicios prestados por la central y por el uso
de la marca o enseña franquiciada.
6. Firmar el precontrato de franquicia
Antes de llevar a cabo la firma del contrato, ambas
partes pueden acordar un primer
contacto en el que evaluarse, visitar la central y conocer el funcionamiento
del negocio. Y si todo va
bien, se firma un preacuerdo de franquicia, esto es, un contrato mediante el
que el franquiciador otorga al franquiciado la reserva de una zona hasta que se
encuentre el local adecuado. Desde la Asociación
Española para el Desarrollo y Defensa del Franquiciado (AEDEF), aconsejan
su análisis por profesional experto y cualificado.
7. Buscar el local adecuado
Hay que firmar un contrato de arrendamiento o compra
del local adecuado. Es importante encontrar la mejor ubicación posible, en
función del tipo de negocio, y negociar su precio al máximo, pues al tratarse
de una franquicia, este margen influirá de manera notable en la rentabilidad de
la empresa. La central del franquiciador suele aconsejar al franquiciado el tipo de establecimiento y la ubicación más
adecuada para la gestión de la actividad.
Una vez adquirido el local habrá que adecuarlo y
decorarlo, pues ha de tener la misma imagen corporativa que el resto de
establecimientos de la cadena.
8. Constituir la sociedad
Para abrir una franquicia, es necesario realizar
antes los trámites necesarios para constituir una empresa.
Hay que decidir la forma jurídica que adoptará la
empresa, establecerse como empresario
individual (autónomo) o constituir una sociedad mercantil, con entidad
jurídica propia.
9. Firmar el contrato de franquicia
El contrato es el documento que regulará la relación
jurídica entre el franquiciador y el franquiciado, contiene el acuerdo de
voluntad de los firmantes de entablar una relación empresarial a través del
sistema de franquicia, así como el conjunto de derechos y obligaciones a cuyo
cumplimiento se comprometen ambas partes.
El acuerdo debe incluir: la cesión de la marca al
franquiciado, la transmisión del know-how (saber hacer) y la prestación de
asistencia continuada al franquiciado durante toda la vigencia del contrato.
En el momento de formalizar el documento, el franquiciado tendrá que abonar el canon de
entrada, que variará en función de la marca, y recibirá los manuales de
franquicia. El franquiciador tiene la obligación de facilitar la
información precontractual por escrito y con una antelación mínima de 20 días a
la firma de cualquier tipo de contrato o precontrato, y antes de la entrega de
un depósito.
10. Realizar la formación inicial y comenzar la
actividad
Una vez llegado a este punto, el franquiciador
deberá acudir a la central para iniciar su proceso de aprendizaje en la gestión del negocio y asistir a
los cursos de formación.
Los últimos pasos antes de la apertura serán los relativos
a la propia gestión de la empresa,
como contratar personal, realizar los pedidos iniciales de mercancías, terminar
de adecuar el establecimiento o publicitar la apertura del negocio. Con todo
resuelto, se podrá proceder al inicio de la actividad.
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