PABLO PICO RADA 21 de octubre de 2011
http://www.consumer.es/web/es/economia_domestica/trabajo/2012/09/04/212730.php
Conseguir
un puesto de trabajo hoy día se ha convertido en casi una quimera. Las
ofertas de empleo escasean y la competencia se incrementa. Conocer qué
capacidades y habilidades demandan las empresas en sus cada vez más afinados procesos
de selección será la llave para convertirse en el candidato perfecto.
Los responsables de los procesos de selección han de percibir ese valor
añadido que hace destacar a un candidato sobre el resto. Y eso, según los
expertos de las compañías y como se explica a continuación, implica poseer,
además de una formación apropiada y específica, dominio de idiomas, experiencia
profesional, y a poder ser en el extranjero, y una serie de habilidades sociales
y comunicativas que manejar tanto a nivel personal como a través de
las nuevas tecnologías.
1. Formación adecuada
Es la base sobre la que edificar el perfil como
candidato. Ha de ser constante y continua y con un grado de
especialización en una determinada área. Aunque es imprescindible, hoy día
no garantiza un puesto de trabajo. Sin embargo, pese a las dificultades
actuales, contar con una titulación
superior o no supone una importante diferencia, pues no contar con
ella descarta de forma definitiva a candidatos para puestos de medio y alto
nivel. Según el reciente informe de Infoempleo, 'Oferta y Demanda de Empleo
Cualificado', casi el 81% de las ofertas de trabajo solicitan titulación
específica para el puesto que se desempeñará.
Entre los jóvenes de 20 a 24 años que han completado
la Educación Secundaria Superior, el desempleo es
10,7 puntos porcentuales menos que entre los que no alcanzan ese nivel. Ahora
bien, para los titulados superiores menores de 30 años no es fácil obtener un
trabajo acorde con su formación. Asimismo, en el año 2011, el paro
aumentó en España un 20,5% en las personas con estudios primarios, un 15,6%
entre las que tenían estudios secundarios, y solo en un 7,3 % para las que
acreditaban estudios superiores, según el mapa de la oferta de la Formación
Profesional del anterior Ministerio de Educación.
2. Idiomas
Imprescindibles en sectores de primer
nivel y recomendables siempre, suponen una
importante diferenciación. El idioma más demandado es el inglés, en
especial en ciertas áreas y para determinados profesionales. Dominar la lengua
británico incrementa hasta en un 44% las posibilidades de ser contratado, y
hasta en el 58% de las ofertas de trabajo que las empresas dirigen a los recién
licenciados. El dominio de un segundo idioma es un requisito indispensable y no
un plus, según un informe de Randstad.
Las compañías desarrollan cada vez más su actividad
en un mercado global, en donde se precisan habilidades comunicativas que
marquen la diferencia. El inglés es
la lengua más usada en todo el mundo y la que más se emplea en actividades de
negocios, pero no deben olvidarse otros idiomas como alemán, francés,
chino o árabe. El nivel ha de acreditarse con un título oficial y si se
consigue en el extranjero, mejor.
3. Experiencia profesional
El bagaje profesional, ya sea en forma de prácticas,
becas o primeros contratos, es esencial. Y es que, para el 87% de los
empresarios europeos, los recién licenciados han de contar con
experiencia previa para ser contratados, tal y como refleja el
Eurobarómetro de 2010 sobre las capacidades que buscan las compañías al emplear.
Además, según esta encuesta, el 54% de las empresas prefiere contratar a los
jóvenes una vez completado un periodo de prácticas
laborales en la firma.
Para candidatos que buscan un impulso en su carrera
o un ascenso, resulta igual de imprescindible pero, en este caso, y aunque a
las compañías les cueste admitirlo, la experiencia entra en conflicto con un
impedimento que juega en contra de muchos candidatos: la edad. La mayor
demanda se concentra entre los 26 a los 35 años.
4. Experiencia internacional
El 29% de los empresarios europeos reconoce la
importancia de realizar prácticas laborales en el extranjero y
el 24%, haber estudiado fuera del país de origen, según reflejan los datos del
último Eurobarómetro.
Una estancia en otro país puede suponer
un gran valor añadido, en términos de flexibilidad, conocimiento de otras
culturas e idiomas y experiencia personal. Algo que los
responsables de recursos humanos valoran de modo positivo en el momento de
seleccionar personal.
Esta es una opción que ha crecido de forma exponencial
con la crisis y
la falta de oportunidades dentro de las fronteras nacionales. El 65% de los
jóvenes españoles de entre 18 y 25 años están dispuestos a cambiar de país para
conseguir un trabajo, frente al 42% que así lo afirmaba en 2011, según un
reciente estudio de Movilidad Internacional Laboral realizado por Randstad.
5. Habilidades personales, sociales y comunicativas
- Capacidad comunicativa, con especial atención a las nuevas tecnologías y las redes sociales. Su dominio es imprescindible a nivel profesional, pero debe tenerse en cuenta también su uso personal, pues hasta el 80% de las empresas consultan en las redes sociales la actividad de los candidatos a un empleo, como refleja un estudio de Adecco.
- Capacidad
resolutiva y en la toma de decisiones.
- Capacidad
de negociación.
- Capacidad
de liderazgo y de trabajo en equipo.
- Polivalencia
y flexibilidad.
- Capacidad
de innovación.
- Autonomía,
actitud proactiva y movilidad.
- Pasión
e implicación en el trabajo y capacidad de sacrificio.
- Ganas
de aprender y continuar la formación.
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